Ian era el chico salvaje con el que cada chica sueña, un renegado que se nutrían de infringir la ley y de poner el cuerpo de Savi en llamas. Todo era diversión, juegos y ardiente excitación, sin ningún compromiso, hasta el día en el que él se puso serio, y luego desapareció sin dejar rastro.
Savi ha pasado los diez años volcada en su trabajo, en su hija, y en no pensar en Ian o en el amor. Justo cuando es posible que ella haya encontrado un hombre que puede hacerla cambiar de opinión, Ian se detiene en la ciudad, trayendo con él toda la lujuria, el peligro y la emoción que Savi recuerda.
Mientras Ian despierta viejos sentimientos y lleva a Savi de nuevo dentro de los recuerdos y de la pasión a los que ella es demasiado débil para luchar, él también está desenterrando la suciedad del hombre del que Savi se está enamorando, haciendo todo lo posible para demostrarle que Duncan no es quien parece ser. Y Savi, sin saber si puede confiar en ninguno de los dos, se verá obligada a decidir entre reavivar un amor que nunca se ha quemado o construir uno nuevo que parece estar a punto de incendiarse.
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