Todo el mundo pertenece a alguna parte. Incluso los inadaptados.
Con la amenaza inminente de la familia del crimen Mancuso, el Club de motoristas Forsaken se está preparando para una guerra que podría destruirlos. Grady, el Sargento de Armas del club, sabe que el amor te hace débil y no tiene ningún interés en añadirlo a sus responsabilidades, sobre todo ahora. Ya tiene a su hija adolescente, que lo mantiene con sus pies y su carne dentro del club que podría fracturar su relación con un hermano para siempre.
Para Holly Mercer, su vida es finalmente seguida y la última cosa que quiere es tener problemas con los forajidos residentes de su ciudad natal. Mantener la nariz limpia es más fácil que decir que hacer cuando, de repente, se encuentra envuelta en los negocios del club. A Holly puede gustarle la idea de estar con un chico malo en la vida real, pero estar en la misma habitación de Grady la pone nerviosa.
Cuando Holly se encuentra sin querer en el radar de Mancuso, tiene dos opciones: confiar que Grady la protegerá o continuar negándose a la ayuda del club. Ambos caminos son peligrosos, pero sólo uno tiene la oportunidad de dañar su posibilidad de reparación.
El amor nunca es más peligroso que cuando puede destruirte.
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