Él puede protegerla de todo el mundo excepto de sí mismo.
Alana Gore está en peligro. Una publicista que no toma prisioneros, su manera con la gente ha hecho más de unos pocos enemigos en los últimos años, pero un acosador espeluznante es una cuestión totalmente diferente. Ella necesita un guardaespaldas y el único hombre que puede hacerlo no es solo ridículamente caliente, sino también tiene la reputación de tener gusto con las mujeres que va más allá de aventura.
Chandler Gamble tiene una regla: no proteger a quien quieras para sexo. Pero con Alana, está atrapado entre su trabajo y su, cada vez más difícil, libido. Por un lado, Alana necesita su ayuda. Por otro, Chandler no quiere nada más que tomar el volcán caliente de la mujer en la mano. Para hacerla retorcerse de placer, hasta que esté a su merced completamente.
Ella necesita protección. Necesita satisfacción. Y en el momento de cruzar la línea, todo el infierno se desatará.
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