Tic, tic, tac.
Tiempo.
Eso es todo lo que tengo ahora.
Una pequeña habitación, una fotografía, y el tiempo.
Ellos quieren que yo confíe en ellos y confiese mis pecados.
Me dijeron que no me iban a juzgar, mintieron.
Pensé que podríamos convencer al mundo de que no se trataba de un crimen.
Estábamos equivocados.
El tiempo no se detiene.
El reloj sigue haciendo tictac, el mundo está convencido, y ahora ...
Ahora él se ha ido.
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