“Secretos mantienen viva la oscuridad” me dice Harper. Pero no es así como yo lo veo en absoluto. Los secretos me mantienen vivo. La verdad está sobrevalorada. La honestidad no es la mejor política. Y todo lo que usted sabe absolutamente puede hacerte daño.
Los contratos que yo cumplo son sólo acuerdos. La muerte es un asunto de negocios. Los secretos son la moneda en mi mundo. Yo pago mis deudas con ellos. Me alimento de ellos. Me molieron en el presente y me prometen un futuro. He vivido una vida llena de secretos durante tanto tiempo, que se me olvidó lo que es ... sentir.
Hasta que vi a Harper. Hasta que vi en lo hermosa que se ha convertido. Qué perfecta, pura e inocente con todo lo feo que sucede a su alrededor. Y esa sucia promesa a la que yo me negué la noche en la que su padre me convirtió en un asesino hace doce años está, de repente, en la mesa de nuevo.
Harper puede ser mía. No, Harper será mía. Todo lo que tengo que hacer es completar la misión.
La muerte es un asunto de negocios.
Y yo sólo le di la mano.
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