Un sabor nunca es suficiente ...
El propósito principal de Spencer Waller en la vida es proteger y servir. Después de pasar años en el ejército, él consigue un codiciado lugar en el Servicio Secreto que protege al presidente. Spence no tiene tiempo para las mujeres o todo el trabajo que tiene una relación con una requiere. Pero el hecho de que él no esté buscando una dama no significa que él no pueda apreciar una hermosa cuando la ve.
Y se convierte en un punto el ver a una en particular todos los días.
Elle Bond ha picado y frito su camino a la cima de la cadena alimenticia. Al obtener una posición codiciada en la Casa Blanca como la chef personal del presidente, ella se imagina que su vida profesional sólo puede mejorar. Su vida personal, por otra parte, podría necesitar un poco de reforma y, debido a eso, trata de ignorar al encantador ladrón de galletas cada vez que entra en su cocina. Después de todo, ella sabe mejor que nadie que el sabor de algo bueno nunca es suficiente.
Una noche, después del trabajo, Elle es asaltada, amenazada y se le dio un ultimátum. Ella no puede ir a la policía y ella seguro que no puede hacer lo que se le ordenó.
Pero ella tiene que hacerlo. O de lo contrario.
Pálida, agitada y muerta de miedo, Elle confía en Spence y sus instintos de protección se hace cargo. Juntos, Elle y Spencer tienen que descubrir un siniestro complot y detenerlo antes de que alguien acabe muerto.
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