Alissa Benson solía tener planes. Los grandes. Los importantes. Pero todos esos planes se fueron por el desagüe en su vigésimo primer cumpleaños, y ahora está tratando de recoger los pedazos y manejar las consecuencias. Claro, hay gente que quiere ayudarla. Pero son agresivos y sofocante y ninguno de ellos puede decir más de diez palabras sin maldecir. Y luego, por supuesto, está Colin. Como si la vida no es lo suficientemente complicada. Él es el tipo al que no podía soportar ver hasta la semana pasada, pero ahora parece que sigue apareciendo cada vez que ella se da la vuelta. Le gustaría decir que no puede soportar la vista de él, pero eso sería una mentira. No importa, sin embargo. La vida es demasiado complicada para soñar con chicos como él. Alissa hasta con un bebé a punto de nacer, sin trabajo, sin dinero, y no hay nada que odie más que ser una carga. Pero, cuando su pasado se traslada a su presente, amenazándola con quitarle su último jirón de dignidad, se ve obligada a reconsiderar todo lo que siempre pensó que sabía sobre el mundo y ella misma.
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