‘¡Él tira y marca! Lighting Logan ataca de nuevo”.
Ese era yo, Lightning Logan Jackson, porque era tan rápido como el rayo sobre el hielo. Jugar en la NHL y de los Rangers de Nueva York había sido mi sueño desde que tenía seis años cuando mi padre me llevó a mi primer partido. El hockey era mi vida. Me consumió. Era la única cosa en la vida con la que podría comprometerme. Las relaciones eran un no. El sexo con mujeres hermosas y sin ningún compromiso eran un sí. Era un soltero— feliz y viviendo el sueño. Entonces se produjo el accidente y los médicos me dijo que nunca volvería a jugar al hockey. Mi vida se fue a la mierda en un abrir y cerrar de ojos. Toda la esperanza y la voluntad de vivir se había ido: hasta que Brooke Alexander entró en mi vida.
Me contrataron para ayudar a Logan Jackson a volver sobre el hielo. Tenía reglas. Reglas que él necesitaba seguir si iba a jugar al hockey de nuevo. Era obstinado, desafiante y nada que no pudiera manejar. La rehabilitación iba a ser un dificultoso puro infierno. Tuve que romperlo con el fin de ayudarlo. Yo sabía lo que era perder tus sueños y yo estaba decidida a darle su sueño de nuevo, incluso si eso significaba perderlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.