Es suficiente para romper a cualquier hombre: ver lo que podría haber sido mi futuro deslizándose lejos antes de que estuviera en mi mano. La posibilidad de perder a alguien que amaba, antes de que ella fuese mía, es algo que nunca hubiera imaginado. Ciertamente, nada que desee a alguien. Me acerqué a ella todos los días y esperé. Esperé lo imposible, una señal, para que ella me mirara ...esperando a que a los pecadores se les concedan milagros, también.
Sólo una mirada de él era todo lo que tomó. En el carril de al lado, en un semáforo estaba el hombre del que me enamoré y con quien me casé. La gente habla de la clase de amor que lleva tiempo, para enamorarse. Éramos más como un accidente y un incendio, y cuando nuestras vidas se entrelazaron, yo sabía que nunca sería la misma. Él era el hombre que iba a acariciarme el resto de mi vida, quien sería el padre de mis hijos. En un instante, nuestra vida comenzó y, en un instante, se iba a terminar. Las horas en la noche; las excusas; las mentiras. Y en un abrir y cerrar de ojos, era como si nunca existiésemos.
Cuando crees que sabes lo que está pasando, sólo es la mitad del camino.
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